Bitacora 02032011 "... tarde en el teletrack"

Despues de ir a buscar mi sueldo en el apestoso Instituto, con la mala espera correspondiente de los cheques y despues la tediosa espera en el servipag con toda la gente que quiere cobrar su cheque y tener las gitas para Marzo y con la gente que quiere pagar las cuentas, pasé a comer algo y hacer hora para las 6 de la tarde en una entrevista de trabajo que podría salir dependiendo de la suerte. Fuí a Starbucks y al seguir hacia huerfanos me detuve en un teletrack.


Para quienes no conocen un teletrack, tanto en mi país como en el extranjero, es un local que obtuvo las concesiones de todos los hipodromos de Chile donde pasan las carreras de caballos. Se tienen las de Antofagasta, las de Viña del Mar, las de Concepción y las que se hacen en Santiago en el Club Hípico y en el Hipodromo Chile. Quien no ha tenido una cultura de las apuestas no cacha mucho el sistema, como yo, que al ingresar a un teatro de los antiguos y obviamente refaccionado para dicho fin, daba pie con bola a lo que decían los más expertos que, con cartilla en mano iban esperando las carreras según el programa que podías obtener en la mesa de las apuestas o bien en el piso tirada por algún desafortunado.


Revisas segun la carrera que se va a apostar la lista de caballos que vayan a correr. En la pantalla de las apuestas aparecen los vales apostados y cual es el porcentaje de ganancia dependiendo de las apuestas. Un caballo paga menos si recibe más apuestas y así vas sacando por deducción quienes llegarían en segundo o tercer lugar. La apuesta minima es de 200 pesos y puedes jugar una de las tantas combinaciones que se manejan. Mientras muestran a los caballos en la pantalla el nerviosismo cunde entre quienes realizan las apuestas: a ganador y la quinela (apuesta de dos caballos que tienen que llegar en primer y segundo lugar no importando el orden) es lo que más se escucha y quienes ya poseen el cuero curtido en apuestas realizan con más cautela sus movimientos pensando en adelantado para achuntarle en su vida al pollón de oro (combinación ganadora exacta del total de carreras en un día).


Como buen primerizo revisé primero la cartilla. Estaban terminando la 4° carrera y se disponían a abrir las apuestas para la 5°. Corrían 5 caballos y revisando mis bolsillos encontré 600 pesos para poder realizar tres apuestas. Aposté entonces a un caballo a ganador, y las otras dos las combiné entre quien aposté a ganador y otros dos caballos. A medida que pasaba el tiempo y los caballos se iban ordenando, la concentración humana a mis espaldas aumentaba. En su gran mayoría habían viejitos que buscaban un golpe a la suerte entre sus malas pensiones, oficinistas gruesos que pasaban a jugar sus pesos, obreros de la construcción, juniors, uno que otro loco de patio, entre tanta cosa. Se preguntará si hay mujeres, le digo que si... en serio, mujeres apostando caballos tambien. Esto de a poco toma tendencias unisex.


Prosigo...


Los caballos están siendo colocados en el partidor. Atrás mío, la gente que se agolpa nuevamente y en más cantidad a la pantalla plana que se encuentra frente mío. Más atrás, gente a última hora haciendo nuevas combinaciones que en las ocasiones más grandes sirven de poco pues eso huele más a desesperación que a un buen dato. Un caballo no quiere ingresar, la gente y los demás corredores se impacientan. Revisando el numero que posee el caballo es a quien le aposté a ganador... demonios... ingresa entonces a la fuerza... se asegura, el juez va al partidor electrónico y se escucha la voz en off del "parrrtieron" en los parlantes de la pantalla.


A medida que avanza la carrera, unos 1400 mts, la tensión va en aumento... no se escuchan grandes gritos al comienzo puesto que siempre, por lo que me comentaba un viejito despues, quienes parten a todo galope se cansan. De ahi entonces que venga el dicho "partiste como caballo inglés". La euforia de la carrera es cuando se escucha ".... entrando a tierra derecha" por parte de la voz en off mientras entrega la info de la carrera de manera veloz y a veces inentendible... la bulla aumenta con gritos como "arriba el 3", "aguante, aguante", "picala wn oh..." entre otras cosas ya más elevadas de tono. Llegando a los 300 mts es un chivateo de gritos, silvatinas, murmullos y otros... por dentro tenía un revoltijo atroz pues mi caballo a ganador no aparecía ni en los tres primeros lugares y... de pronto... aparece por dentro, pasa al segundo lugar, queda la nada de carrera, 100 metros... un impulso más, alcanza al primero, quedan 50 mts y llega primero por medio cuello ganando la carrera.


La gente pateando la perra porque le habían apostado a quien pagaba más que terminó llegando cuarto. Mi combinación no resultó pues terminaron en quinto y tercer lugar correspondientemente y solo saqué el ganador de la carrera. La gente pegaba golpes en el suelo como si fueran niños malcriados y rompían boletas como si fuera confeti de año nuevo. Yo por mi parte, como buen primerizo en estas cosas, fuí a la ventanilla a cobrar mi premio y la señora que atendía ahi, muy amable, me decía que cuando por los parlantes dijieran "se paga..." ahi recien me acercara...


... esperaba impacientemente... hasta que escuché la frase y partí como avión a la ventanilla. Ella captó que era nuevito y me dió un consejo mientras otros esperaban: "... que esto no te envicie. He visto a gente perder su vida en esta tienda... si no me crees, mira a tu alrededor". Los viejitos y quienes perdían sus lucas con cara de "... y pensar que esto lo tenía para la once de mis críos" me hizo ver la realidad de quienes ya esto es un vicio más que una entretención... tomé mi premio, que no bordeaba los 1500 pesos, y partí con la sensación de haber recibido una lección bien aprendida.


... llegué a la entrevista y todo tan igual como siempre... pero con una lección bien aprendida

KFP!!

p.d. tenía un tema para colocar en este medio, pero Internet me lo manda a la cresta... así que veré como lo hago...