Cuando llegó no medía más de un par de centímetros, tenía el ojo malito (el izquierdo) y venía en una caja. Su primer encuentro conmigo fue un "JJJJJJJJ" de proporciones mayúsculas para un cachorro de gato que venía no sabemos de donde, recogido por la pena de la que en ese tiempo era mi pareja y por la insistencia en una conversación de querer tener un gato. Y bueno, como ella lo vio ahí tirado y abandonado a su suerte se lo trajo a la casa para poder en un comienzo buscar un hogar y darlo en adopción... pero como nos solemos encariñar con las cosas... que diablos, dejémoslo en la casa...
Le pusimos "Bodoque" después de ver la película La Era del Hielo, donde Manny le dice así al "cachorro humano" como para no encariñarse (ud. entenderá). Veía como esta gatita chica, color chirimoya alegre se iba encariñando y quedando con el cariño de todos en la casa: se ponía en los pies de mi mamá cuando estaba cansada, se ponía en las faldas de mi papá cuando estaba dormido, se echaba también en mis piernas, o se ponía en mi cabeza, o bien buscaba la forma que le hiciera cariños en la cabeza con sus topetones en mi mano. Su comida, reclamada y sagrada, a las 6 de la mañana eran el más perfecto despertador que podíamos tener... y sus necesidades en una caja de arena.
Pero algo pasó... abrimos la ventana y su cambio fue total... fue como si le abrieran el mundo a alguien que siempre lo estuvo desconociendo. Llegaba con pulgas, con hojas, a veces con pajaritos muertos. Así también, de cualquier gato, tuvo su pequeña camada de gatos del cual, para variar, nunca supimos realmente los padres de esas criaturas. Los gatitos los dimos en adopción de inmediato para evitar suspicacias de querer quedarnos con la camada completa.
Así de arrabalera, así de metiche, se ganó más de un escobazo, más de una pedrada y más de un intento de asesinato: cuando alguien le puso un balazo con un rifle a postones en la nuca y de la cual logré poder curar su herida, cuando intentamos sacar esa nube en su ojo malito, cuando se enfermó (no tenemos claro como y porqué) y no teníamos las lucas para llevarlo al veterinario. Se ganó la desaprobación de gran parte de mis conquistas: una con alergia a los gatos de manera heavy y mi compañera actual que por algo de sanidad no le gustan para nada y después fue de a poco desapareciendo el cariño en mi familia por mi gata.
Siempre dije que lo único vivo de la relación que tuve fue la Bodoque; ella me veía triste y salía y me traía un pajarito muerto. Me veía llorar y se ponía a ronronear entre mis brazos. me quedaba dormido sin taparme y ella iba y se ponía encima para dormir también. Largos fueron los inviernos cuando ella con frío se metía debajo de las frazadas para poder cobijarse y yo no me negaba porque mal que mal me acompañaba; era mi compañera de juegos, de penas y alegrías. Me ayudó mucho a superar mis angustias y penas y creo que de ella adquirí el hecho de querer pero ser a la vez una persona independiente, que puede valerse sola (ahora no, entenderán porqué)
Ayer mi mamá le dio su desayuno de whiskas con leche y, por una disposición en conjunto y después de variadas irrupciones de los novios de ella en las piezas (con marcas de orines por todo el lugar) la dejaron afuera con la reja cerrada. Ella dormía pero alguien interrumpió su sueño: un perro grande, que no sé como llegó adentro de mi casa, que no sabemos como ingresó, la atacó entre las piernas y el estómago. Sus colmillos se hundieron en la carne de mi mascota y la dejaron moribunda. Cuando me dí cuenta, viendo al perro que estaba nervioso después de haber hecho algo malo, y ver la gravedad de la situación no pude hacer nada: estaba reventada, jadeaba, temerosa de una muerte que ya se aproximaba.
Me quedé a su lado dandole cariño, corriendo su boca para que no se ahogara con el vómito, limpiando su cloaca de tanto defecar... lloraba... y en su espasmo, en un suspiro... dejó de sufrir...
Mi abuela y la vecina del frente alejaban las moscas con diarios. Fui en silencio a comprar cal, llegué en silencio a la casa. Estaba enrabiado, no podía entender como alguien hace ingresar a un perro para matar una vida. Hice un hoyo en el patio, tomé a mi gata y la lavé, la bañé. Le cerré sus ojitos, la sequé, puse cal en el fondo de esa "tumba" y antes de enterrar su cuerpo le dí un beso en su frente. Acomodé su cuerpo en el fondo y la tapé en cal. Después solo me dediqué a llorar todo el día sintiendo su presencia.
Bodoque, descansa en paz
KFP
1 comentario:
Bodoque lanzada, de arrabal... independiente y discola... Bodoque Bodoque, desapareces en la bruma y ya nada queda mas que tu pequeña figura en la memoria y el tacto gracil de tu suave pelaje...
Adios Bodoque
Publicar un comentario