Yo no sé quien lee estas páginas. Hace rato dejé de promocionar esta vitrina olvidada de blog que hice cuando la única razón que me movía era mantenerme cuerdo por una situación que a estas alturas no sé si valga la pena recordar. Serán más menos 12 años en los que me puse a escribir aquí y dejé vivencias, penas, situaciones y reflexiones. Pero de a poco se fueron apagando las ganas y, bueno, a veces escribo un poco y simplemente es porque la inspiración me lleva a soltar la mente y plasmar con los dedos esto.
Este año pues, inició con un viaje a lo más recóndito del sur -cerca de Villa O'higgins- y finalizó en este espacio llamado Padre Las Casas preparando las cosas para el próximo año. En lo que respecta a la salud, pues, hay un tema pandemia que aún ronda y da vueltas en el mundo esperando nuevamente a desatarse con toda la fuerza del mundo queriendo aniquilarnos de a poco. A veces siento que no aprendemos nada y caemos y tropezamos con la misma piedra.
Quien estaba a mi lado, un día de julio me dijo que mejor siguieramos como amigos. Fue un golpe directo. 10 años que muchos piensan que fueron años perdidos pero, más bien, todo lo veo como un aprendizaje: a ser responsable, a ser buena persona, a acompañar más que ser acompañado, a apañar, apañar y apañar cuando se necesitaba; y si bien la distancia era grande y los viajes cortos, el contacto siempre estuvo, pero quizás no era suficiente; la monotonía, como dice Shakira -quizás- nos hizo caer en cuenta que somos buenos amigos más que pareja y, cada uno con su queso. A veces en las noches me pongo triste o en las mañanas me pongo melancólico pero, a estas alturas, seguir con el duelo es menester. Muchos dicen que es mejor que pase rápido para reiniciar la vida y me pregunto ¿porqué no respetan los tiempos de luto?, ¿que es eso de meterse con alguien quizás más esperanzado que tú, haciéndole creer un castillo entero de falsedad mientras está esperando a que se sane? no, no es justo. Mis tiempos son propios: llámeme como quiera o piense lo que quiera. A mi aún me duele y espero sepa entender si me ve triste o apesadumbrado.
En lo laboral, extrañamente y como queriendo decirme "no pienses en ello", la vida me dio más responsabilidades laborales: pasé de colaborar en Convivencia Escolar a ser el encargado. Es un trabajo más directo con jóvenes y adultos (recuerden que estoy en un colegio para adultos, asíduo lector y lectora de este desmembrado pasquín) donde te enteras de varias cosas que se encuentran tapadas por el miedo al "que dirán" o bien buscan enterrar las familias para no causar malestar. Eso carcome como el ácido y es necesario erradicarlo, entregar confianzas, hacer seguimientos, entender finalmente al otro y decirle que lo acompañan pero que deben saber salir adelante. Licencié a mis cursos a cargo y espero haberlo hecho bien, que se queden con el buen recuerdo de este profesor; son mi gran orgullo y ya puedo decir que tengo 3 cursos egresados gracias a mi mando, sin olvidar -claramente- a los cursos que tuve en el Tabancura.
Lo económico... bien, gracias. Quise aspirar a la independencia pero finalmente quienes arrendaban se pusieron demasiado aváros y decidí dejarlo para otro periodo. Me han aceptado como uno más en esa familia y estoy eternamente agradecido de ello; hay cosas que uno quisiera cambiar pero no son mi familia, ellos intentan integrarme y a veces me muestro reacio. No, no confundan cosas, simplemente no es algo que esté buscando pues, extrañamente, me está gustando y agradando no depender ni hacer depender a los demás por mis cosas. Cuando emigre de ese lugar, se hará bien y bonito.
En lo demás, para muchos fue un año de mierda. No salieron las cosas que quería, no ganaron los que quería que ganaran, no se dieron las cosas que pensé y pensamos que se darían. Es algo tremendamente frustrante darte cuenta que aquello que proyectaste a nivel país se fue por un caño y que seguirá siendo así si no se dan cuenta a tiempo. Pero, más fé hay en un grano de mostaza, ¿cierto?
Asi que eso. Quizás vuelva a escribir más, quizás lo haga con menos rítmo, o con menos ganas. Ahora, lo único bueno es que, a pesar de todo, aún tenemos salud... y es el premio de consuelo a estas alturas de todo.
KFP
p.d. si alguien que lee esto va a salir con su positivismo, con sus oraciones y con sus mamadas, guárdeselas. Ni el corazón ni la mente de quien escribe se siente con las ganas de estar leyéndolas. Si quiere, rece por mi; si quiere, encomiéndeme a quien guste, pero hágalo piola; es mejor. Sus retos, guárdeselos también.
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