Era un ensayo cualquiera, un día cualquiera, un viernes cualquiera, con mis amigos compartiendo unas cervezas y unos vodka tónicas. Ensayamos temas, vimos temas nuevos, sacamos algunos y nos fuímos a las casas. Eso era a las 3 y 20 de la mañana.
3:22: tratamos de webear a Victor y su estado etílico, pero no había caso, se había ido a dormir.
3:23: reviso celular, al borde de la baja de batería, y tengo mensaje de Maria Teresa en la cual me dice que no la había llamado. Tomo el celular de Lolox, la llamio y me devuelve la llamada.
3:32: Llego a mi casa conversando con Maria Teresa. El celular se corta y prestos a conversar de la vida a las 3:34 se corta la luz...
y de pronto.... el piso se me mueve...
Al comienzo pensé que era un temblor más, pero la intensidad fué creciendo, los chispazos de las luces en el cielo entregaban el pavor de lo que se venía despues, afirmado en el auto y ya esta vez afuera de él, empezaba a ver a la gente que empezaba a salir. El ruido era ensordecedor, el movimiento en mis pies era similar a estar en un tagadá, el auto aun con el freno de mano se movía de una manera increible. La mescla entre los gritos, mi familia que estaba dentro de la casa, los platos, los vasos, las cosas caídas, el llanto de los pocos bebés que hay en el pasaje, las ancianas, todo se meclaba con los gritos, entre Lolox y yo, de que permanecieran en los marcos de las puertas y no salieran a la calle. Los cables se movían y los postes ondulaban, y extrañamente el cielo se iluminó permitiendome ver la dantesca reproducción de un apocalipsis. El movimiento era incesante, y el ruido con toda esa mescla se formaba una masa compacta llamada histeria.
De pronto, todo se calmó... y partí raudo a ver a mi madre, a mi padre, a mi hermano. Todos se encontraban bien. David se puso en contacto con su familia antes de que cayeran las líneas... Teresa estaba en la playa y yo con el celular descargado. Egoístamente pensé en mi familia y despues el resto... una vez sabiendo que estaban bien, empecé a preguntar a los vecinos si se encontraban bien, a aquellos que se encontraban afuera, al freente había un carrete que se deshizo con todo. La histeria de las lolitas era evidente y aquellos que estaban dando vueltas empezaron a correr. Los autos transformaron mi pasaje en pista de carreras que si no hubiese sido por la pará de carros que le mandé a uno esto habría continuado. Los vecinos ya estaban bien, era hora de preocuparse por los demás... llamé a Teresa constantes veces y no hubo reporte de nada, llamaba a la casa de mis familiares y por celular a aquellos que estaban lejos, me vuelvo a tratar de comunicar con Teresa y nada... la histeria y el rollo interno eran increibles; llamé a la Sra Luisa cuando hubo tono y se encontraba bien, un poco asustada, pero ya me tenía más tranquilo. Habían demasiados que se me escapaban y que necesitaba saber de ellos: las agentes remotos que atiendo en el call, mis compañeros de trabajo, las personas que más quiero, mis conocidos en Chillán, tengo una prima desaparecida en Peyuhue con la familia, o sea, tengo deseos de saber de todos y cada uno de mis conocidos.
Pero hay que entender que este es un país sismico, que vivimos entre dos placas y que este mundo se mueve... como coctelera, pero se mueve...
Dios ayude a quienes conosco, Dios quiera que todos, todos se encuentren bien.
KFP!!
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