sábado, 8 de febrero de 2014

Bitácora 08022014 "En el consultorio con la abuela"

Cuando uno está cesante sirve para muchas cosas. Una de ellas es acompañar a la anciana de mi abuela al consultorio de Pajaritos, cosa que mis vecinas lo encuentran último debido a que, por la avanzada edad de la vieja no puede hacer esos piques tan largos... tan largos como la lengua de mis vecinas que, de saberla ocupar para otros fines, tendrían a sus maridos más contentos y saludables.

El punto es, querido lector y lectora, que yo por lo general acompaño a mi abuela a muchas partes y una de estas radica en que esta es la única forma que salga un poco de su ostracismo auto impuesto que obviamente no ha querido mejorar; hemos tratado de muchas formas que salga y conozca más gente que el mundo que se encuentra a su alrededor y nada. Ella nos dice que no está para esos trotes y esas cosas, sabemos que nos miente. A ella le gusta salir conmigo, mucho. Se distrae mejor y a veces se desorienta, pero también le ayuda a echar andar el cerebro un poco. Y a ella le gusta el trato que le dan. Primero, no importa lo que pase pero conductor de colectivos que ve a mi abuela le dice de inmediato "si, la llevo al consultorio" y el pique no deja de ser para una persona que trabaja siempre todo el día llevando y trayendo pasajeros. Segundo, el trato que tienen las enfermeras con ella que para con el resto de las viejas no es así. Una pregunta ¿Siempre tienen que gritar para conversar estas señoras? Pasemos a un ejemplo:

Abuelita: ... vengo a sacar hora...
Enfermera: ... ¿TRAJO SUS EXÁMENES LA ABUELITA? ¿ME ESCUCHÓ BIEN LA ABUELITA?
Abuelita: ... si, si la escuché bien. No soy sorda.
Enfermera: QUE BUENO, HAY ABUELITAS MUY SORDAS AQUÍIIII!!!

¿Porqué cuento esto? Tengo unos audifonos muy buenos y aisladores. El grito lo escuchaba en mis pobres pailas y en las de mi abuelita. Pero volviendo al punto, a mi abuela no le gritan, eso si, se ponen medio tontas para el trato. Piensan que es una niña chica, de pelmazas no le dicen " a como 'ta bebé... e'ta e tu nadiiih!" Son especiales las enfermeras.

Tercero, tiene esa facilidad de que le metan conversa. Y de la nada. Ella está sentada, tranquila, viendo esa televisión que la tienen ahí, que nadie es capaz de ajustar la antena y de pronto, como buenas kamikaze que son, la atropellan con una pregunta que, puede ir desde el estado de salud, sigue con los familiares, de donde es la abuelita y termina siempre con un "oh, pero si tengo familiares por allá" lo que hace que la conversación de manera instantánea se extienda. Lo que no entiendo de las conversaciones de las abuelitas es como pueden incrustar situaciones familiares de otras personas, sabidos en los años idos, a una conversación en la actualidad pero esas cosas pueden pasar solamente cuando el tema que se toca en la tele calza perfecto con el de la conversación lo que deriva de inmediato a una mezcla única de chamullos, cuentos de pasillo y vecinas alcahuetas...

Y, finalmente, no puede faltar en esta escena esa vieja, o señora que de la nada se mete a la conversación pero solamente a quejarse de todo y a no decir nada. Típico de aquellas señoras que están desde la mañana para que "las atiendan temprano" ya sea porque no tiene nada que hacer o bien está aburrida en casa y que posee un radar infalible para captar grupos que hacen buena vida social mientras esperan a que las llamen. Siempre acompañada ella del tejido, en lana o su variante más común llamado "croshéh", con una bolsa de feria donde lleva todas las cosas (que siempre, pero siempre estará pesado) y un chaleco de hilo, en colores blancos o de colores más o menos apagados.

¿Que conclusiones puedo sacar de esto? Una sola. todo esto ocurrió en una hora. Hablamos desde que llegamos hasta la hora que mi abuela entró a la consulta. Su hora decía a las 12, fue atendida cercana a las 12:45 y llegamos a las 11:50. ¿Mala la compañía? para nada, ¿me molestó? en lo absoluto... lo que me empelotó fue esperar para que mi abuela tuviera que ser atendida, junto con otras señoras para ser atendidas en sus horarios establecidos. ¿Estos funcionarios pensarán que los abuelos y abuelitas no tienen nada que hacer sino más que esperar a que el médico, nutricionista o enfermera de turno se digne a atenderlos, con los mismos gritos de la persona que estaba en recepción?

Da para pensar... pero más que para pensar, para escribir!

KFP!!

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