La salud privada es cara, por si no se ha dado cuenta escuálido lector y lectora de este proselitista pasquin que de proselitista no tiene nada. Solo lo agregué para tener más vistas.
La semana pasada no tuve psicólogo; no por no querer, que quede claro. Más bien, creo que lo mencioné al principio: si, la salud privada es cara. Uno no puede tener muchos lujos y lo más cercano que tengo de uno es que tengo a una persona que lava mi ropa por un precio accesible (lujo asiático que le llaman) Lo demás me lo gasto en comer, principalmente, en ver ropa (funcional, lamentablemente) y en intentar hacer ejercicio. Si, este ser humano de 184 cm de largo y no sé cuanto de ancho le dio por hacer ejercicio. Y debo decir que lo he hecho pésimo: tengo una rutina que seguir pero mi nivel de no hacer nada, de motivarme a tantos y tantos de hacer algo ha hecho que nuevamente me replantee hacer cosas. Si, estoy en esa faceta que si alguien me dice que vayamos a alguna parte, aplicaría la técnica del armadillo y me haría bolita (chiste cruel).
Pero bueno, empecé a hacer ejercicio y a querer llevar una dieta más o menos sana en la medida de lo posible; cuesta un montón moverse, y más aún motivarse, pero al menos ya empecé y quisiera mantener esa constancia pero a medida que voy avanzando en este escrito ya se me está empezando a echar la yegua y mal. Así que optaré por llegar a casa, pasar al baño, encerrarme en la pieza y hacer la rutina pendiente, comer algo liviano y a dormir hasta el día siguiente.
He pensado que la semana ha sido así: levantarse, desayunar, ducharse, vestirse, las clases, almorzar, convivencia escolar, más clases, llegar a casa y dormir. No, no lo vea como una queja pero, siempre he admirado a quienes tienen un propósito más creado en la vida. Me preguntaba si tenía uno, y a estas alturas no sé. A veces pienso que qué tanto podría ser no tener un nuevo propósito: en lo personal me aliviana bastante la carga porque no vives pensando en como hacer para poder lograr cosas; no tengo familia, no tengo animales que cuidar, todo se limita en un periplo individualista que pudiera tener sentido para quienes piensan y se acomodan en soledad. Muchos me dicen que puedo iniciar algo nuevo pero no quiero, siento que no tengo una preparación de como llegar nuevamente a alguien y así me siento bien igual. No tengo porqué concentrarme en algo que no me ha resultado -para bien o para mal- y es desgastante. Sería una falta de respeto también estar con alguien sin siquiera solucionar tus propios líos. Nada de "total en el camino se arregla la carga", no. Basta de eso.
No sé que me pueda deparar más adelante la vida; en lo personal no espero nada de nada, ni de nadie. Solo seguir en este espiral de situaciones que más que acomodar mi vida, la van desbarajustando constantemente hasta sentir que es un rompecabezas de un millon de piezas en las que todavía no encuentro las piezas de las esquinas ni del marco para poder armarlo. En verdad, la imagen que tengo de mi en la interna es la de un rompecabezas: lleno de piezas que debo armar, pero no sé por donde empezar. Quizás que depara mi suerte, en una de esas me gano un premio gigante el cual me haga olvidar al menos un tiempo de tener que rendirle cuentas a la vida, tan solo una vez.
En fin. Hablamos luego...
KFP
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